Me he dado cuenta de una cosa. Una cosa que sentimos por dentro, y que no nos damos cuenta de que es falso. Hablo de la sensación de que todo sale mal. Esos momentos en los que piensas que todo es culpa tuya, que no haces mas que fastidiarlo todo y que no dejas de quejarte. Pues no. Lo que pasa es que estamos acostmbrados a una vida bella, una meta paradisiaca, sin preocupaciones ni prejuicios, sin defectos. Ser perfecto. Y eso es imposible.